Los de Frenadol han inventado una nueva pastillita capaz de quitar ese dolor de cabeza tan insoportable que hace al enfermo pensar que su cabeza está a punto de estallar. Lo mejor para ello es, aparte de tomarse la pastilla, ponerse una compresa con alas y salir "volando" de la situacion.
Este es uno de esos botones puñeteros que se niegan a entrar en el ojal. Al que se encuentre con uno de ellos le sugiero que lo descosa inmediatemente y que se ponga otro. De hecho, incluso aconsejaría cambiar directamente todos los botones de la camisa. No sólo por motivos estéticos, sino porque es probable que para cuando os hayais percatado de la presencia del rebelde ya haya contagiado con sus ideas revolucionarias al resto de sus compañeros. Entonces ya no llevareis una camisa con un botón desabrochado, sino que la tendreis que llevar abierta, enseñando ese pelo en pecho tan pasado de moda.
Estaba el joven Mustafa admirando las maravillas de la creación (a las mozas pasar por la calle), cuando se le apareció Ala ( o por lo menos le dijo que era Ala, y quien es Mustafa para dudar) y le dijo: -has sido elegido, hijo mio, para destruir a los infieles. Crearás la más perfecta de las bombas, y a la próxima media luna te mandaré a uno de mis mártires a por ella, y tú se la daras en el nombre de tu Dios. Mustafa empezó la fabricación de la bomba, y en ella puso todo su empeño, todo su arte y toda su fe (que era mucha). Al cabo de unos dias, termino la bomba más perfecta de todas. Era una hermosa mujer que no necesitaba que ningun terrorista de tres al cuarto cargara con ella (ya se bastaba ella sola). Tenia unas frágiles (solo en apariencia) cuatro piernas con las que se podia desplazar rápidamente, unas pequeñas pero poderosas alas que , ya las quisiera Mazinger Z. Ytenia tambien, un enorme corazón con el que amaba a todas las criaturas de la tierra, y unas manos divinas para la cocina (hacia un kus kus explosivo). El joven Mustafa se enamoró inevitablemente de ella y la antepuso a su Dios, a su alma y a su propia vida. Se escaparon al lugar más lejano y oculto donde nadie se la pueda quitar, y ni tan siquiera Ala les pueda encontrar, para vivir su amor en paz y armonia, aun a sabiendas de que, tarde o temprano, moririan en una explosión de amor...
5 comentarios:
Los de Frenadol han inventado una nueva pastillita capaz de quitar ese dolor de cabeza tan insoportable que hace al enfermo pensar que su cabeza está a punto de estallar.
Lo mejor para ello es, aparte de tomarse la pastilla, ponerse una compresa con alas y salir "volando" de la situacion.
"Pastillas Frenadoleras, tómalas cuando quieras"
Este es uno de esos botones puñeteros que se niegan a entrar en el ojal. Al que se encuentre con uno de ellos le sugiero que lo descosa inmediatemente y que se ponga otro. De hecho, incluso aconsejaría cambiar directamente todos los botones de la camisa. No sólo por motivos estéticos, sino porque es probable que para cuando os hayais percatado de la presencia del rebelde ya haya contagiado con sus ideas revolucionarias al resto de sus compañeros. Entonces ya no llevareis una camisa con un botón desabrochado, sino que la tendreis que llevar abierta, enseñando ese pelo en pecho tan pasado de moda.
Estaba el joven Mustafa admirando las maravillas de la creación (a las mozas pasar por la calle), cuando se le apareció Ala ( o por lo menos le dijo que era Ala, y quien es Mustafa para dudar) y le dijo: -has sido elegido, hijo mio, para destruir a los infieles. Crearás la más perfecta de las bombas, y a la próxima media luna te mandaré a uno de mis mártires a por ella, y tú se la daras en el nombre de tu Dios.
Mustafa empezó la fabricación de la bomba, y en ella puso todo su empeño, todo su arte y toda su fe (que era mucha). Al cabo de unos dias, termino la bomba más perfecta de todas. Era una hermosa mujer que no necesitaba que ningun terrorista de tres al cuarto cargara con ella (ya se bastaba ella sola). Tenia unas frágiles (solo en apariencia) cuatro piernas con las que se podia desplazar rápidamente, unas pequeñas pero poderosas alas que , ya las quisiera Mazinger Z. Ytenia tambien, un enorme corazón con el que amaba a todas las criaturas de la tierra, y unas manos divinas para la cocina (hacia un kus kus explosivo).
El joven Mustafa se enamoró inevitablemente de ella y la antepuso a su Dios, a su alma y a su propia vida. Se escaparon al lugar más lejano y oculto donde nadie se la pueda quitar, y ni tan siquiera Ala les pueda encontrar, para vivir su amor en paz y armonia, aun a sabiendas de que, tarde o temprano, moririan en una explosión de amor...
El pobre lirio se balancea colgando del tallo, sin sospechar que las tenazas se ciernen sobre él...
Ah, y seguro que la chica-bomba baila como un derviche sobre sus cuatro piernas.
Ya no aguanta mas, pronto estallara y no quiero estar cerca cuando eso ocurra.
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