La familia Bola era famosa en el mundo etero por triunfar durante milenios en el negocio de las pieles sintéticas, acrílicas, endomórficas, biodegradables, pasteurizadas y todos los géneros habidos y por haber en este campo comercial. Los hombres de la familia eran diestros curtidores y afamados pajilleros (pero esto no viene al caso) que cumplian su función con hombria y virilidad exagerada. Las mujeres, célebres transportistas, eran masculinas, borrachas y pendencieras. Pero repartian las pieles por todo el mundo y parte de la Tierra Media con gran eficacia. Eran las reinas de la carretera (y princesas del caraoke) y no habia macho que parase a estas peludas y fornidas hembras. Pero después de gloriosos milenios de éxito en el negocio de las pieles, pellejos y escemas textiles, llegó la gran crisis que asoló a Peleterias Bola a causa de los gobiernos corruptos, la subida del precio del petroleo, las presiones mediáticas de Pinkpeace y otros problemillas sexuales que no contaremos. La familia iba de cabeza a la ruina y su última esperanza era el joven Seberiano Bola, pero este, lejos de ser un Bola de pura cepa, no estaba interesado en el negocio porque le parecia vulgar y poco fashion. Era muy enclenque y afeminado, solo le interesaba el baile molón y ser el rey de la pista.
...
Cuando todo parecía perdido y la ruina era inminente, ocurrió el milagro. En una fiesta chic, estando SeberiAno borracho de calimocho, se metió una raya de picapica hardcore y tubo una experiencia mística. Se le apareció Tony Manelo y en un alarde de homosexualidad latente (y patente) le descubrió el punto G (bueno, el G, el H, el I y unos cuantos más). Sebe abrió los ojos (todos ellos) y vio, claro y nítido como el pedo de un gorrión albino, el futuro de la empresa. A partir de entonces la empresa se dedicaría a la fabricación, distribución y posterior reciclaje de quesos de bola. Hoy en día, los Bola son número uno en el sector con su peculiar forma de elaboración del producto y Seberiano es la reina de la pista bailando sobre un queso de bola.
...
El domingo se celebra la boda de dos grandes magnates, Seberiano Bola (SeBeBo para los amigos) y Enrique Cabrabrales (EnRiKa igualmente) fusionarán sus empresas y sus destinos (y otras cosillas más).
Ya solo nos queda que Pamp no se raje y siga adelante con su blog...
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2 comentarios:
La familia Bola era famosa en el mundo etero por triunfar durante milenios en el negocio de las pieles sintéticas, acrílicas, endomórficas, biodegradables, pasteurizadas y todos los géneros habidos y por haber en este campo comercial.
Los hombres de la familia eran diestros curtidores y afamados pajilleros (pero esto no viene al caso) que cumplian su función con hombria y virilidad exagerada.
Las mujeres, célebres transportistas, eran masculinas, borrachas y pendencieras. Pero repartian las pieles por todo el mundo y parte de la Tierra Media con gran eficacia.
Eran las reinas de la carretera (y princesas del caraoke) y no habia macho que parase a estas peludas y fornidas hembras.
Pero después de gloriosos milenios de éxito en el negocio de las pieles, pellejos y escemas textiles, llegó la gran crisis que asoló a Peleterias Bola a causa de los gobiernos corruptos, la subida del precio del petroleo, las presiones mediáticas de Pinkpeace y otros problemillas sexuales que no contaremos.
La familia iba de cabeza a la ruina y su última esperanza era el joven Seberiano Bola, pero este, lejos de ser un Bola de pura cepa, no estaba interesado en el negocio porque le parecia vulgar y poco fashion. Era muy enclenque y afeminado, solo le interesaba el baile molón y ser el rey de la pista.
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Cuando todo parecía perdido y la ruina era inminente, ocurrió el milagro.
En una fiesta chic, estando SeberiAno borracho de calimocho, se metió una raya de picapica hardcore y tubo una experiencia mística. Se le apareció Tony Manelo y en un alarde de homosexualidad latente (y patente) le descubrió el punto G (bueno, el G, el H, el I y unos cuantos más). Sebe abrió los ojos (todos ellos) y vio, claro y nítido como el pedo de un gorrión albino, el futuro de la empresa.
A partir de entonces la empresa se dedicaría a la fabricación, distribución y posterior reciclaje de quesos de bola.
Hoy en día, los Bola son número uno en el sector con su peculiar forma de elaboración del producto y Seberiano es la reina de la pista bailando sobre un queso de bola.
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El domingo se celebra la boda de dos grandes magnates, Seberiano Bola (SeBeBo para los amigos) y Enrique Cabrabrales (EnRiKa igualmente) fusionarán sus empresas y sus destinos (y otras cosillas más).
Ya solo nos queda que Pamp no se raje y siga adelante con su blog...
Bienvenido Dabid!
Por fin estas de vuelta :D
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